Sobre mi tesis (154):
Hemos visto, cómo se les abrían las puertas a los criollos:
De los criollos pareció a la Congregación que no se les podía del todo cerrar la puerta, “antes se juzgó por necesario recibir algunos que parezcan aptos para la Compañía”; únicamente se volvía a urgir el examen de sus cualidades (A.R.S.I., Perú. Cogr. 1582), (15).
En la prensa:
Páginas y páginas sobre campos de juego, campos de fútbol, y de los otros campos (los que dan comida), ni un solo renglón..., ¡curioso!, ¿no?
Tantos llorando por...
... la muerte de la sardina; y tan pocos (o nadie), por la muerte del mar tabaibero, amenazado de pinche, y muerte de la pesca...
Objetivo de robos:
las pobres cabras; desaparecen a marcha forzada, sin freno, ni control...
¡Noticia bomba!:
la delfín, dio a luz un delfinito (o delfinita). ¿Y por qué no me dicen, cuando una cabra dio cría -que es como se dice en el campo, cuando pare- (¡bueno, se decía!)?
Cuando digo campo...
... no me refiero a los campus de fútbol, ni a los de la universidad (¡aclarando, que es gerundio!).
Lo que sí está más que claro, es...
... que se margina al campo-campo.
Leyendo, por poco confundo:
“ganador” con “ganadero”...
Otra cosa es que lo quieran comprender...
... pero de la crisis no se sale, mientras no se vuelva al campo.
¡Cuántas fincas abandonadas...
... esperando se las mime de nuevo!
Me pregunto, si...
... los 21 municipios que tenemos, tienen concejal de agricultura y de ganadería (y si están de vacaciones)...
Sabido es que los mercados agrícolas de aquí...
... venden frutas y hortalizas, quesos y demás de fuera...
Razón (sobre lo anterior), que:
A algunos de ellos intentan desaparecerlos o desmantelarlos. Por fraude.
Mientras sigamos como las cigarras...
... sin parecernos a las hormigas (liadas con los granos: el campo), no salimos de la crisis.
No es lo mismo:
“el Campus de Excelencia”, que “las Excelencias del Campo”.
De unos de los Himnos propuestos para Vísperas en tiempo de Cuaresma (II):
“... Haz de esta piedra de mis manos
una herramienta constructiva;
cura su fiebre posesiva
y ábrela al bien de mis hermanos...”
El salmo 146, hablando del poder y bondad de Dios, dice:
“... hace brotar hierba en los montes,
para los que sirven al hombre;
que da su alimento al ganado
y a las crías de cuervos que graznan...”
El salmo 127, por su parte, dice:
“... comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien;
tu mujer como parra fecunda,
en medio de tu casa...”
Y el 128, añade:
“... metieron el arado
y alargaron los surcos...
hierba... y nadie la siega;
... llena la mano del segador... la brazada del que agavilla...”
Nota:
(15).- L. LOPETEGUI: o. c., pág. 395.
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