Solo hace falta una cierta inquietud, para salir de ésta, la que tenemos.
Ya se ha probado el paro, y ¡no hay nada que hacer!, salvo regresar al campo.
Entonces será el disfrute, como antes.
También se puede seguir, esperando dar el paso, mientras la cosa se agrava. El drama seguirá creciendo, hasta que la vuelta al campo no lo pare.
Quedan: campo o viaje.
Cada vez, seremos más pobres.
La tierra espera a quienes quieran trabajar y trabajarla.
El terreno, da la comida y más.
Hay que retornar al huerto abandonado.
La tierra, siempre -aquí o fuera- es la que da la comida.
El campo está abandonado, y una fortuna y afortunado el que vuelva al mismo.
Las cabras, forman parte de la salvación y solución.
Hay que arriesgarse y ver qué sucede.
Siempre funciona (el campo).
El fracaso sigue en la medida, que más se tarde en volver al campo.
Los políticos no encaminan a nadie hacia el campo, ¿por qué será?
El cambio vienen del pueblo, no de los políticos; ellos, lo empeoran.
Ellos (los políticos), se ocupan del petróleo, de la corrupción...
La Prensa o Medios, no están por la labor de animar a labrar, a sembrar...
El Padre Báez.
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