La burguesía canaria está en un callejón sin salida pero todavía no lo saben. El sistema actual es insostenible por dos razones. Primero, el estado no tiene dinero. Tiene que reducir su déficit público y ese ajuste durará años. Por tanto no pueden contar con transferencias de la metrópoli para seguir sosteniendo el entramado burocrático y el “apparatchik” del partido.
Segundo, el REF no es un transvase de renta de la metrópolis a Canarias – en realidad aportamos mas al estado de lo que recibimos - sino un transvase de rentas de las clases medias y bajas a las clases altas y a los intereses españoles en Canarias. Una clase baja y media cada vez mas debilitadas no van a poder seguir sosteniendo el sistema.
Una oligarquía sostenida por unas clases locales cada vez mas debilitadas, terminará debilitándose ella misma y siendo presa fácil para nuevas elites que vengan de fuera y terminen desplazándola. Alternativamente se puede terminar “a la francesa”, con o sin guillotina.
En realidad, si lo comparamos con los tiempos de los Puertos Francos, la burguesía isleña a perdido poder y mucho. Frente al librecambismo de los Puertos Francos, el REF es lo que se denomina un modelo de "substitución de importaciones". Un modelo intervencionista que fracasó estrepitosamente en la Latinoamerica del periodo 1945-1982. Un modelo que llevaba más de una década obsoleto cuando se implementó en Canarias y abocado al fracaso desde su inicio.
En teoría ese modelo trataba de conseguir un desarrollo endógeno, es decir, la formación bruta de capital financiero y humano generando oportunidades endógenamente y desarrollando y atrayendo talento. Todo lo contrario a la política canaria de exportar más ingenieros que plátanos incentivando la emigración de jóvenes de 30 años con las carreras terminadas y que están echando curriculums en el Mercadona para que los cojan de cualquier cosa por falta de expectativas.
Ese modelo de “substitución de importaciones” y de “desarrollo endógeno” siempre termina fallando porque está basado en el intervencionismo. Un intervencionismo que termina creando una burguesía burocrática en lugar de una burguesía industrial, financiera y comercial. La acumulación de capital político no productivo es mayor que la acumulación de capital humano productivo y eso lleva primero a la parálisis burocrática y luego al colapso. El bloque soviético y la historia del tercer mundo están llenos de ejemplos.
¿Cómo es posible que en un mundo globalizado e hiperconectado seamos ultraperiféricos? Cinco años consecutivos de crisis creo que son prueba más que suficiente de que esto no es una crisis coyuntural sino estructural. Cada día que pasa la situación se deteriora aun más y la inacción nos lleva a nuestra desaparición como pueblo y a su desaparición como élite. La falacia de que la recuperación del turismo se iba a convertir en la solución choca con la objetividad de las cifras. Creo que ya es hora de que nos enfrentemos a la realidad.
La vuelta la insularismo que propugnan algunos es simplemente la incapacidad de hacer frente a los problemas de esta sociedad. Es la falta de liderazgo y el mantenimiento del caciquismo y el intervencionismo que tanto daño han hecho. Es un intento desesperado del “apparatchik” de mantener el “status quo” queriendo arreglar el problema con lo que lo causó. Dicho de otra forma, es esquizofrenia.
Las estructuras no son inamovibles y los tiempos difíciles nos dan el valor para pensar lo impensable. Canarias necesita un cambio estratégico, pero ese cambio choca diametralmente con los intereses del “aparatchik” y con los intereses de España, el principal beneficiado del modelo intervencionista de substitución de importaciones que representa el REF.
La única solución es un golpe de timón que un Presidente rodeado de nulidades y presa del “aparatchik” es incapaz de dar y una burguesía con una estrategia suicida, autodestructiva y desorientada se muestra incapaz de apoyar.
Jorge Dorta,
Director de Mencey Capital
Autor del blog www.menceymacro.com
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