Desde la misma Izquierda Unida han pedido al gobierno de España que “aparque las amenazas y su actitud colonialista” ante la ingerencia en los asuntos internos de Argentina en relación a la empresa argentina YPF, filial de la española Repsol.
El primero en arremeter contra Argentina fue el ministro de industria, de cuyo nombre los canarios no queremos acordarnos, que casualmente autorizó, según publica el Boletín Oficial del Estado (BOE) a la empresa Repsol para iniciar prospecciones petrolíferas en aguas situadas entre 5 y 40 millas de las costas canarias.
Es sabido que Canarias, como archipiélago del estado español, o sea un territorio colonial, no posee competencia, según la jurisdicción internacional (Convención de Montego Bay de 1982), en sus aguas marítimas y que dicha legislación reconoce a España la administración de doce (12) millas alrededor de cada isla.
El gobierno colonialista metropolitano español ha olvidado que los argentinos dejaron de ser españoles el 9 de julio de 1816, próximo a celebrarse el 196 aniversario, cuando el congreso de Tucumán tomó la decisión de romper los vínculos de dependencia política que los gobiernos locales tenían con la monarquía española.
Esa inteligente decisión transformó a Argentina en un moderno país republicano, lejos de la España monárquica, cuya jefatura de estado ostenta esa institución medieval y cuya cabeza visible es el rey Juan Carlos I que, casualidades de la historia, fue operado de una fractura en la cadera el 14 de Abril de este 2012, conmemoración de la Segunda República española, fractura que tuvo lugar en el país africano de Bostwana cuando cazaba elefantes, una especie en peligro de extinción (nos referimos a los elefantes). El monarca español, vergonzosamente, se hizo fotografiar ante uno de los ejemplares abatidos, no habiendo trascendido si se encontraba ebrio (nos referimos nuevamente al elefante), como previamente había ocurrido con un oso abatido también a tiros por el rey español en la estepa rusa. Tampoco ha trascendido si el espécimen es el famoso "Elefante blanco" que el teniente coronel golpista Antonio Tejero Molina esperaba en el Congreso de los diputados de España en la tarde del 23-F de 1981.
Nota de prensa Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario
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