miércoles, 11 de abril de 2012

Poblado prohibido (por el Padre Báez)

No me refiero a que no te dejen entrar a él, es que... ¡es tanto!, que les cuento.

Caserones (¡y hay tres: en La Aldea, en Telde y entre Arteara y Fataga). Me refiero a este último. Que, para subir a Amurga, tienes que pasar por medio de él, y a la vera del camino sendas piedras con grabados, y a ambos lados también, casas de hasta de más de dos metros y medio de altura, de los guanches, pero si de La Aldea de donde –según las Crónicas- de mil, quedan dos, aquí pasan de doce, con canal aborigen para el riego, desde el barranco, y detrás en lo alto desde donde las mujeres con niños y embarazadas se tiraban por el risco antes que dejarse coger por los bárbaros; y arriba del todo –con muralla que los aislaba- el gran mausoleo de personaje grande como pudiera ser el de un Guanarteme, entre otras miles de manifestaciones del arte guanche, sobresaliendo las cazoletas y demás, que vuelvo al poblado a “los caserones” por deformación de la palabra castellana antigua “casarones” de “casarón” de los guanches, dada su estructura y tamaño, que...

... el de mi comentario hoy, fue visitado la penúltima vez hace cosa de cuatro-cinco años, y esta última vez, no había posibilidad humana, salvo infringir vallas, y saltar por terrenos privados, llegar hasta el mismo, que de por sí ya está tan camuflado, que por más que se señale de cerca o lejos, nada se ve de él, si no estás encima del mismo, lleno de matos basuras, que lo ocultan y dificultan su visionado; que son tantas las alambradas y vallas, cámaras de vídeo o/y de seguridad, candados y puertas cerradas y cerrando el paso, que no hay cárcel de alta seguridad que iguale tal sistema prohibitivo del paso, para todo aquel que ose tirar para arriba y subir a Amurga (dejando de por medio el único “Caserones” digno de mantener el nombre...

... y toda vez, que nos acompañaba Don José, nacido en los de Telde y me dijo no comprender la razón del nombre de su barrio de origen, al no haber ni un solo “caserón” de los guanches, a lo que al igual que a los otros –menos el del presente- todos fueron (y en grandísima parte también éste) dieron lugar donde obtener piedras para cercados y otras casas de diseño distinto y extraño, y por tanto desechos, y desaparecidos, permaneciendo el nombre.

Pero vuelva un servidor al objeto de este comentario: que siendo imposible pasar libremente hacia las alturas, te encuentras vallas que te impiden el paso, y el ocultamiento y la imposibilidad de poder visitar el dicho yacimiento, es grito que alcanza a la Gloria, donde descansan aquellos mártires por canonizar, que bautizados en sus propias sangres y con santos inocentes incluidos, rogaran ante Acorán para que en la tierra tirajanera, se habilite un paso –tipo canal, barrera, pasillo, callejón, túnel, pasadizo, puente, o lo que sea, para además de poder visionar la grandiosa obra de los guanches en Los Caserones señalados, se pueda continuar la ruta hacia Amurga...

... y ojalá en ello Larry Álvarez se moje, y estando en zona turística, pueda ser mostrado a los que nos visitan (que de lo contrario se irán a ver en Turquía, Túnez, Egipto, etc., lo mismo que tenemos aquí, mejor y más impactante).

Padre Báez.

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