lunes, 23 de enero de 2012

La mayor catástrofe natural de Canarias que casi nadie conoce

El barranco de Güímar tuvo una vez un ancho de 1,4 kilómetros de agua corriendo a toda velocidad. En esa misma noche aparecieron doce barrancos nuevos en el Valle de La Orotava y el puerto donde atracaban los barcos, el Limpio Grande, en Puerto de la Cruz fue sepultado por toneladas de material. Una intensa lluvia que duró once horas seguidas hizo que más de 300 casas, solo en La Orotava, fueron arrancadas de raíz y otras tantas se afectaron gravemente.









San Juan de La Rambla se inundó hasta un segundo piso. / DA

Algunas crónicas hablan de 1.000 muertos, otras de centenares pero está claro que fueron muchos y que la Isla se vio totalmente arrasada. Esto ocurrió en Tenerife, la noche del 7 al 8 de noviembre de 1826. Es la catástrofe natural más grande de la Historia de Canarias y apenas nadie conoce nada de ella. No figura en los libros de historia que se estudian en los centros escolares. No está en la memoria colectiva como un riesgo que pueda volverse a repetir. Casi no existe.

Uno de los pocos elementos que han quedado como testimonio es una marca en San Juan de La Rambla donde hay una inscripción en un segundo piso donde dice que hasta ahí llegó el agua.

José Luis Hernández es profesor de Secundaria en Los Salesianos, en La Orotava, y miembro de la Asociación Canaria de Meteorología (Acanmet). Hace un par de años llegó a sus manos una crónica escrita por el párroco de El Realejo Alto donde hablaba, con detalle, del suceso y comenzó a investigar y a recopilar documentación al respecto. De ese trabajo ha salido un documental que presentaron hace un par de semanas en el Ayuntamiento de La Orotava y que irán promoviendo por distintos centros culturales y educativos para dar a conocer este curiosamente hecho desconocido”, comenta.

Once horas lloviendo torrencialmente generó grandes destrozos en la Isla. “La gente no se oía del estruendo del agua y nadie sabía si estaba más seguro en su casa o fuera.

En 1826 no había fotografías ni videos y ha quedado muy poca constancia documental del suceso. Se sabe que los muertos fueron centenares pero no hay un censo exacto. El militar Juan Megliorino dice que “más de 1.000” y otras crónicas hablan de 265 muertos solo en el Valle de La Orotava; 112, en La Orotava; 35 en Puerto de la Cruz; 14 en Los Realejos; y 52 en La Guancha. “Hay que recordar que en esa época en La Orotava vivían 6.500 personas y que falleció el 1,6% de la población”, insiste José Luis Hernández a quien le resulta inexplicable que algo así haya pasado tanto tiempo desapercibido.


Inscripción donde se refleja hasta dónde llegó el agua en 1826. / DA

“En la Acanmet, esta tormenta es considerada como el paradigma de las tormentas”, explica el meteorologo aficionado y remarca que “no podemos clasificarlo como huracán, ciclón o lo que sea porque no tenemos datos suficientes”. Eso sí, tienen claro que fue una desgracia que acabó con la economía de la Isla. Como dato significativo, la riada fulminó 15.000 higueras en la zona Sur de Tenerife y todos los viñedos de la Norte. Una auténtica ruina económica. Como base documental de este trabajo divulgativo, José Luis Hernández se basa en las crónicas de Sabino Berthelot y de José Agustín Álvarez Rijo (o Rixo, según los autores) que eran íntimos amigos y se cartearon explicando cómo cada uno había vivido la tormenta, uno en Santa Cruz y otro en el Norte. “He puesto todo el material en orden y he tratado de interpretar lo que ellos contaban”, explica el investigador. “Berthelot habla de que a la tormenta le antecedió una estela caliginosa e, investigando, me doy cuenta que hablaba de la típica nube de temporal sudoeste, un cúmulo lenticular”. Varios autores, entre ellos el francés Emilio Aubert, hablan de que la noche anterior a la tormenta había unos “globos de fuego” en el aire y los describe como luces que se veían en el cielo, que tililaban y que desaparecían.
“Indagando, llego a la conclusión de que podrían ser rayos globulares, un fenómeno muy extraño que aquí nadie había visto jamás”, afirma el autor del documental.

Rescatando todas las crónicas se puede saber que fueron once horas seguidas de una caida de agua constante, con una gran cantidad de aparato eléctrico hasta el punto que el cielo se iluminaba y se veía como si fuera de día. “Eso significa que sería un fenómeno casi tropical, pero necesitaríamos más datos para poder clasificarlo como se hace hoy en día”, remarca el investigador, con lo que deja claro que la tormenta Delta no ha sido la primera de estas características que llegó a Canarias.

En esas 11 horas de terror, no solo murieron cientos de personas sino que, también, se arrasaron zonas boscosas completas; se produjeron efectos en el relieve que hoy en día son constatables. Por ejemplo, sepultó el antiguo muelle de Puerto de la Cruz con la cantidad de elementos que bajaron por el barranco de San Felipe hasta el punto que su desembocadura creció 250 metros. En ese mismo lugar, desapareció el Castillo de San Felipe al igual que lo hicieron cuatro o cinco castillos más como el de San Felipe en Santa Cruz de Tenerife. También el agua arrasó con acueductos, puentes y todo tipo de vías. Algo así tuvo que producirse por un caudal de agua enorme, el profesor de la Universidad de La Laguna Eustaquio Villalba ha llegado a calcular que pudieron ser 1.000 litros por metro cuadrado. Fruto de esto, en Las Cañadas del Teide se formaron grandes lagunas de agua que, al desbordarse, se abalanzaron por la zona de La Guancha produciendo allí más de 50 muertos.
Esa fue la tormenta que se llevó al mar a la primigenia Virgen de Candelaria y de la que apenas hay memoria histórica.

Riada en Puerto de la Cruz


El meteorologo aficionado José Luis Hernández ha reproducido, en un moderno mapa de Google, la riada que se produjo en la madrugada del 7 al 8 de noviembre de 1826. Tal y como se puede observar en la imagen, el agua acabaría con más de la mitad de las zonas pobladas hoy en día en Puerto de la Cruz. Algo similar ocurriría con otros lugares de la Isla como es el caso de el Valle de Guímar. De hecho, según las crónicas el barranco de El Infierno tuvo un ancho de agua corriendo de 1,4 kilómetros lo que, de producirse en la actualidad, arrasaría con un buen tramo de la autopista del Sur y con toda la población del Puertito de Güímar. Un aluvión de estas características en una isla de un millón de habitantes, más la cantidad de turistas que visitan cada año Tenerife, tendría unas dimensiones de catástrofe muy superior a Delta o al 31-M.

Más que afición

La Asociación Canaria de Meteorología (www.acanmet.com) nació en el año 2003 con el objetivo de aglutinar a todas aquellas personas cuya pasión es la meteorología. Donde la mayoría de las personas solo ven un cielo gris que amenaza lluvia, ellos ven formaciones nubosas a las que saben perfectamente poner nombre, presiones y demás características de la atmósfera. Algunos son físicos de formación pero, la mayoría, son simplemente aficionados a los que les gusta informarse y formarse. Los profesionales los tienen en gran estima e, incluso, en ocasiones contrastan sus predicciones con sus datos.

13 comentarios:

Berto Garcia dijo...

No tenia ni idea de esto ..felicidades por rescatarla para que la conoscamos saludos

Isabel dijo...

Alucinando me he quedado al leer esto.¿Cómo es posible que estos casos(no sabemos sí han ocurrido más)lo oculten?Han dejado construir en cualquier sitio, y cuando ocurra una desgracia como esta ,¿de quién es la culpa?Los barrancos (no, lo que ve el pueblo)sino en su interior están de verdad limpios?Si hoy esto ocurriera,no habrían mil muertos,sería una cifra muy superior,¿de verdad que nunca nadie piensa que esto en las islas puede ocurrir?.

Educado Paz dijo...

Noticias como estas las vengo denunciando desde hace muchos años, y el día que pase una desgracia nadie será el culpable, remontémonos a la riada de Tenerife, que no hace tanto, y eso que duro poco, pero sin vienen inviernos cíclicos que llovía durante una semana el las partes altas.

Alejandro Carracedo Hernández dijo...

Magnífico trabajo.

La riada en el Puerto por el lado de Martiánez tuvo que llegar mucho más al oeste, ya que en el comienzo del actual lago MArtiánez estaba el Fortín de San Carlos que fue arrasado por la riada. Tengo algo de inforamción en mi blog que os enlazo a continuación por si sirve de algo.

Saludos

http://www.canarizame.com/2011/11/09/la-higuera-de-la-cruz/

http://www.canarizame.com/2009/10/09/mal-tiempo-sobre-tenerife/

Anónimo dijo...

La verdad es que muy interesante este articulo, lástima que los gobiernos de turno no sean conscientes de lo que puede suceder, siguen otorgando permisos de construcción sin tomar las previsiones oportunas, vivía en Las Caletillas cuando la Tormenta Delta, perdí todo, vivía en un ático, el techo salió literalmente volando junto con los electrodomésticos, ropa, caseta del perro, realmente la pasamos muy mas hasta que pudimos salir del apartamento, espero que una experiencia como esta no la volvamos a vivir en Tenerife, como es posible que desde Miami fue que informaron realmente sobre lo que se nos venia encima, que no fue si no hasta mas de las 4 de la tarde cuando se comenzó a avisar de lo que podía pasar pero sin certeza alguna.

Anónimo dijo...

Saludos.
El Barranco al que se refiere la crónica en Güimar es el Barranco de Badajoz y no el de El Infierno situado más alñ sur en Adeje.
De hecho, según las crónicas el barranco de El Infierno tuvo un ancho de agua corriendo de 1,4 kilómetros lo que, de producirse en la actualidad, arrasaría con un buen tramo de la autopista del Sur y con toda la población del Puertito de Güímar.

Anónimo dijo...

Es cierto el barranco al que se refieren en el articulo, es barranco Badajoz, nace debajo de Izaña y se va abriendo camino hasta llegar al Puertito de Guimar, antiguamente solo habían las casas de los pescadores, hoy en día es una zona casi turistica, totalmente fabricado a lo largo de su desembocadura, mi abuela que nació a comienzos del siglo pasado creo que 1913, siempre nos contaba que la gente estaba loca al fabricar en las orillas de los barrancos, decía " cuando la cumbre se llene de agua saldrán nadando" de hecho en Guimar hay anecdotas de temporales de agua muy fuertes, agua y viento siendo yo niña, se llevó el cine (el Techo) y arranco árboles grandes de la plaza San Pedro, esto hay que recordarlo siempre y hacerlo recordar alos politicos

Anónimo dijo...

ademas de tal catastrofe nadie es informado?

Anónimo dijo...

ademas de tal catastrofe nadie es informado?

Anónimo dijo...

Me he quedado sin palabras no sabia nada de esto aunque sea de la isla de enfrente .se que si estas tormentas cuando viene arrasa con lo que encuetre.Y lo pase, con el Delta, y una buena tormenta que callo ase unos años en las Palmas que callo por reyes eso fue en la zona sureste de donde soy yo eso fue mortal MUY PARECIDOS A LA RIADA DE TENERIFE no tan fuerte como hay pero no se aleja mucho .la gente sacandola,de los coches y de las casas con un trastor d,fue orrible,despues de eso los barrancos se limpian todo el año para que esto no pase.espero que no pase jamas en ninguna isla ¡¡¡que llueva ...¡¡si¡¡¡ pero sin desgracia . y magnifico documento Istorico.un saludo.

Anónimo dijo...

es asombroso lo que los canario.
s no sabemos de nuestro pasado

Anónimo dijo...

Ya veremos lo que puede ocurrir a todos aquellos que vivimos cerca y dentro de los barrancos si ocurre algo parecido, que dios nos coja confesados, pagaremos los platos rotos de otros, por desinformación y ocultar los echos ocurridos en el pasado.

Anónimo dijo...

Muy bien la información, felicidades por ella, pero hay varias erratas. En mi opinión, los medios de comunicación deben ser lingüísticamente rigurosos e impecables. Para próximos artículos, a modo de sugerencia, conviene tener en cuenta que los verbos concuerden con sus sujetos (p.e. en el tercer párrafo) y que el uso de los signos de puntuación sea el adecuado y no sea irregular (los ejemplos se suceden a lo largo de la lectura).
Disculpe que la sugerencia sea pública y le animo a cuidar más lo que publique, ya que le dará más seriedad a sus artículos. Espero no me lo tome a mal y le reitero mis felicitaciones por la información.
Un saludo

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