De niño, un servidor:
- Cogía tunera y las barría, para echárselas –picadas- a las cabras y becerros.
- También cogía hierba (yerba), segaba sementera, cogía cañas..., para comida de los animales.
- Buscaba y barría hojas –con horquetas- de eucaliptos, a las orillas de la carretera, para cama de los animales.
- Segaba retamas, para hacer estiércol.
- Iba por las laderas y barrancos a segar helechos, para la cama de los animales.
- Traía agua, con unos ganchos, desde el barranco, para que bebieran los animales, regar los matos...
- Limpiaba las camas de los animales, para que no se echaran encima de sus excrementos (becerros, vaca, cochino...).
- Estercolaba la tierra.
- Les echaba de comer, y limpiaba los pesebres de las sobras.
- Segaba el retal (pasto seco), para el invierno, y lo apilaba en montones, que lo apretaba con palos.
- Con un palo, majaba el trigo, la cebada, el centeno...
- Cogía álamos, para el pesebre y guardar comida para los animales.
- Pelaba las parras, las higueras, los cirueleros (“singüeleros”), almendreros, etc., para comida de los animales.
- También la de los castañeros -con ramas-, para lo mismo (comida de los animales), pelándolos.
- Llevaba –con mi padre- desde La Lechuza a San Mateo, caminado, a los animales a la Feria.
- Cargaba haces (“jases”), de millo, de ramas, de comida..., para los animales.
- Daba de mamar –con la mamadera- a los baifos.
- Cuidaba del cochino (en el chiquero), llevándole sobras de la comida casera y otras.
- Limpiaba el gallinero.
- Perro, nunca tuvimos (no teníamos ganado).
- Conejos y palomas, eran como un juguete.
- Mataba y despellejaba los conejos y los troceaba.
- Llevaba las cabras al macho, cuando estaban “dispuestas”.
- Iba a por ramas de papas –de otros-, que tiradas de los cercados, recogía con yerba, para alimentar a los animales.
- Cogía escobones para las cabras y los conejos.
- Había que tener –siempre-, comida y agua de sobra o reserva cogida, para que no faltara a la hora de echar de comer o beber a los animales.
- Si el viento levantaba las chapas, las colocaba y ponía piedras encima.
- Cuando llovía, hacía acequias para conducir el agua a estanques y aljibes; también la viraba a los matos.
- Iba a los rebuscos (de papas, uvas, tomates...).
- Apañaba castañas, nueces, higos, almendras...
- Sembraba y cavaba lo sembrado.
- Hacía paredes (mi padre me alcanzaba las piedras).
- Buscaba piedras, en bardes y carruchas (a veces destrozando otras paredes ajenas).
- Si se araba, me tocaba “desturronar” la tierra.
- Surcaba y plantaba las papas (como encargo de mi padre antes de irse a trabajar [era caminero de Obras Públicas]), y “marchante. ocasional”.
- Iba a por agua a la fuente, para beber (y echarla en la talla); también a guardar la vez o turno (a que minara la fuente el agua), haciendo cola.
- Con el agua sucia, regaba los matos frutales y hierbas del huerto, para el consumo humano (coles, tomates, lechugas...).
- Hacía pocetas a los matos, y surcos para las hortalizas.
- Abría caminos por laderas, hacia el barranco.
- Hacía escalones en lugares peligrosos, con la asada.
- Nunca dejé de ir a la escuela (no supe lo que es faltar un día a clase).
- Siempre hice los deberes marcados por los maestros.
- Fijo-fijo, jugaba con otros niños.
- Si había obras en casa, ayudaba al maestro albañil, con la mezcla, piedras, agua...
- Le abría los cimientos (al albañil).
- Rompía tosca y quitaba tierra (con barde y carrucha).
- Si algo se desclavaba, “¡martillo p´ qué te quiero!”
- Arreglaba las chozas, pesebres, puertas...
- Si los palos se aflojaban, los amarraba con “berguillas (alambres)”.
- Si un animal se soltaba, lo iba a coger...
- Todos los Domingos iba a Misa, con mi padre, y la tarde libre para jugar.
- También a los sermones de la Virgen de Fátima, Semana Santa las Fiestas de guardar, con mi madre y vecinos...
- Echaba leña al fuego, en el fogal.
- Partía los rolos de leña, con el hacha-pico, haciendo astillas de leña.
- Buscaba garepas caídas o las arrancaba de los eucaliptos, buscaba pitas secas, trozos de leña de cualquier árbol seco (para el fuego)...
- Soplaba el fuego -si había brazas-, hasta que prendiera.
- Si el viento tiraba ramas, las cogía y arrastrándolas las iba amontonando...
- Cuidaba de la leche, no se fuera a rebosar al hervir.
- Cuidaba del hermano menor, llevándolo a piola o al cuadriz.
- Lo dormía (al pequeño), meciéndole la cuna.
- Iba a la tienda a comprar.
- Al médico a por medicina para mi hermana.
- Etc., etc., etc.
- Es, lo que hacían todos los niños de mi edad.
- Nos enseñaron (y enseñaban) a hacer de todo.
- Mi madre, nunca me mandó hacer algo propio de las mujeres.
- Mientras hacía el trabajo que fuera, lo hacía siempre cantando.
- Ayudaba a mi padre en todo-todo; todo lo que él hacía, quería hacer yo, con su: “Quítate p´allí mi hijo, que te voy a dar!”
- Mi madre, si se me hacía de noche, jugando en el camino con otros niños, detrás de la casa, se asomaba, y me decía: “¡a ver si viene el moro y se los llevan!” Bastaba ver venir a alguien oscureciendo, para echar a correr desalados, creyendo era el hombre del saco, que nos llevaba.
- Jugaba a piola, al teje, a correr, a pelearnos, a tener cuadras de animales de cañas y tuneras...
- Jugaba, hasta acostado, en la cama con mi hermano, con quien dormía...
- A los 8 años, dejé casi todo eso, porque aprobé el Ingreso en el Instituto Pérez Galdós, y...
- ... fui el niño más feliz del mundo. Ahora...
... pregunto:
- ¿Fui un niño esclavo?
- ¿Fui explotado?
- ¿No hacen por ahí afuera, lo que antes aquí dentro?
- ¿No hay un 4º mandamiento, que habla de esto?
Y, respondo:
- ¡Fui educado, me enseñaron..., nos preparaban para la vida!
- ¡Y, ayudé a mis padres (éramos seis hermanos [Pino (+), Aurelia, Adelaida, Fernando, Rafael y Alfonso]), en todo, haciendo siempre “trabajo” de adultos!
El Padre Báez.
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