sábado, 14 de abril de 2012

Especie amenazada (por el Padre Báez):

La pobre cabra, “la vaca del pobre”, sin que haya un plan de recuperación de la misma. Apenas quedan 100.000 cabezas, cuando la isla pudiera tener 1.000.000 y más. Pero, prefieren proteger hierbas malas, antes que las cabras se la coman y nos den leche y queso, estiércol y baifos, trabajo y cultura.

A poco que alguien dé una vuelta a la isla y la cruce varias veces por su interior, verá cómo casi se han extinguido; se puede regresar a casa sin haber visto un solo ejemplar. Están peor que las gallinas, encerradas, sin poder coger sol, que es lo que más les gusta rumiando, y sobretodo reforestando y aflojando la tierra. Pero...

Pudieran estar distribuidas por toda la isla, y embellecer aún así más el paisaje, y las que se ven son de plástico o bronce en distintos monumentos. Y su presencia llegó a ser múltiple y variada en cada familia, y ¡pobre el que no las tenía! Incluso las que están en plan silvestre, están sentenciadas a muerte, y a desaparecerlas (¡dicen se comen los pinos!).

Con las cuatro que quedan (100.000), andan entretenidos con al ADN, para engañar al personal. Y ello, a pesar de las propiedades de nuestra leche, por clima, tierra, vegetación..., nos traen leche de asturias, del canadá, de... del fin del mudo. Y este pueblo es o fue, lo que fue y es, gracias a la leche de cabra, que lo configuró así, y estamos perdiendo esencia y salud...

Al guanche, es imposible pensarlo, sin las cabras; son su mejor herencia. Y sin embargo... ¡y tenemos los mejores ejemplares del mundo! Maravilla de la fauna tabaibera (antes “canaria”). Animal resistente, que soporta bien el cambio de climas, según las estaciones. Y, a pesar de ello, no hay espacio para ellas (se las tienen secuestradas). Y ello, a pesar de tener el mejor medio para su desarrollo (cumbres, barrancos, riscos...).

Y lo peor de todo, que están pasando desapercibidas, cuado su silueta, sería fotografiada por los turistas, con sumo agrado, por su estampa y belleza. Sin embargo, los enamorados de la naturaleza, las pasan inadvertidas (están encarceladas), y las ven como enemigas a extinguir. Y ya solo –con el abandono del campo- van quedando solo un resto o reserva. Y son nuestro mejor tesoro. Los riscos, lloran su ausencia; las explanadas en nuestras cumbres, las echan de menos...

Las cabras, se encuentran en un gravísimo peligro de desaparecer; cada vez hay menos, y es progresivo el descenso. Y en nada tienen en cuenta sus características morfológicas y otras. Son, una especie única en el mundo.

No hace mucho, di la noticia de una cabra que parió seis baifos, sin que la noticia haya trascendido, ni nadie se haya preocupado de saber dónde e ir a visitar y estudiar dicho espécimen y localizar y estudiar –repito- a dicho ejemplar y compañero (el macho o cabrón).

Pues así es cómo se busca y se prospecciona el mundo pastoril, del cual pasan un kilo, según la terminología coloquial. Pues, pasan de toda información al respecto, lamentablemente. Y ello en lugar de hacer una ficha con datos de interés científico, estudio de su ambiente, etc.

El Padre Báez.

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